Una de las principales preguntas que recibimos de nuestros clientes es:
¿Cada qué tiempo consideran que nos conviene publicitar nuestro producto, servicio o actividad?
Resulta un poco difícil determinar con exactitud cuál es la frecuencia adecuada ya que esta dependerá del producto, servicio o actividad que el cliente desee anunciar así como de factores externos que pudiesen afectar el desempeño de la campaña. Sin embargo, podemos hacerle ciertas recomendaciones al cliente para determinar una frecuencia de publicación costo-efectiva. La frecuencia dependerá de los siguientes factores:
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La fecha de caducidad de la oferta o evento.
Sobre todo en el caso de eventos, lo ideal es anunciar con dos o tres semanas de antelación a la fecha del evento. Se podría complementar la campaña con una publicación dos dias antes del evento para llamar la atención de las personas interesadas pero que por alguna razón no hayan podido tomar acción.
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El fenómeno de las temporadas.
Las ventas de muchos negocios se ven afectadas por el fenómeno de las temporadas (bajas y altas). Para ilustrar esto mejor, pongamos el ejemplo de una juguetería. Su temporada alta de ventas es generalmente durante los dias de navidad (diciembre) y el día de los reyes magos (enero). Pasadas estas fechas la juguetería podría seguir vendiendo pero a un ritmo mucho menor. Consideramos que es un error invertir en publicidad exclusivamente durante las temporadas altas, por lo general en fechas muy próximas al pico de la temporada. Es más sensible empezar a publicar esporádicamente algunas ofertas durante el año, para mantener la opción de compra viva en el consumidor (que la gente sepa dónde adquirir juguetes y más o menos en qué rango de precio). Lo siguiente sería redoblar esfuerzos unas semanas antes de la temporada alta.
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La naturaleza del producto o servicio ofertado.
De acuerdo a la naturaleza del producto y/o servicio ofertado por la empresa la frecuencia podría variar de acuerdo a varios factores como por ejemplo la fuerza de la marca (a mayor fuerza se necesitará menos frecuencia), la cantidad de clientes cautivos que se posean y obviamente la capacidad de inversión publicitaria de la empresa.